sábado, 9 de enero de 2010

El compromiso social de los artistas - Gómez Porchini


"El compromiso social de los Artistas".
Publicado en el blog: MÉXICO DEBE SALIR ADELANTE



Una de las formas de expresión más influyentes, que más ha participado en los movimientos sociales que en el mundo han sido, es la de los artistas. Efectivamente, cosa de recordar que siempre, como avanzada en cada cambio social, ha existido un artista que lleve la batuta y vaya marcando el ritmo de los cambios.

No necesariamente ha de ser un músico. Artista es el pintor, el cantante, el trovador, el juglar, el actor, el muralista, el orfebre, el danzante, el escritor, el poeta, el monero y todos los que de algún modo interpretan la realidad para hacer ver lo que a su muy leal saber y entender consideran correcto.

Cosa de recordar a Picasso con Guernica, a Rivera con sus murales, las calaveras de Posadas, a Nacha Guevara cantando a Benedetti, a Wilde de avanzada en la diversidad sexual y muchos otros más.


Quien tiene la capacidad de entender lo que viene y además, sabe la forma de transmitirlo a los demás, tiene un compromiso moral que va más allá de lo que podría considerarse válido: no es un compromiso consigo mismo o con alguien en lo individual, sino que es con su propio destino.


Ese conocimiento de que las cosas van mal y deben cambiar, ese estar seguro que algo debe hacerse y además, proponerlo, es lo que mueve a los intelectuales y todos los artistas que logran convencer a las masas o cuando menos, a una persona: su prójimo. Con uno a la vez que se vaya logrando cambiar, habremos cambiado al mundo.


Hoy, México tiene grandes oportunidades de mejora y algunos nos hemos dado cuenta. Es nuestro compromiso como seres humanos hacer saber lo que estimamos digno de ser corregido y también, por qué no, lo que deba cambiarse.


Hoy y ante Usted, insisto en que tenemos que entregar a nuestros jóvenes la tierra que les debemos, lo más sana, lo más humana y sobre todo, lo más justa que sea posible. Es sólo cuestión de querer.


Cierto, el trabajo es la fuente de riqueza y corresponde a los particulares generarlo y lograrlo. Pero al Estado compete velar por que sus efectos sean benéficos y en su momento, proteger tanto al obrero de las injusticias, como al patrón de los abusos. Nada hay que justifique injusticia alguna.


Si deben cambiarse leyes, que se cambien. Si ha de cambiarse la Constitución, por algo será. Y deberá hacerse.


No sólo es cuestión de saber y entender que las cosas andan mal. También habrá que proponerse la forma de corregirlas y de cambiarlas para que resulte cada día un poco mejor el mundo que compartimos. Por eso ofrecemos soluciones.


Lo invito a reflexionar en el tema.

Me gustaría conocer su opinión.

Vale la pena.

José Manuel Gómez Porchini.

Comentarios: jmgomezporchini@gmail.com

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo. Los Artistas siempre estamos mas cerca de los cambios porque la naturaleza de nuestro trabajo nos obliga a mantener abierta nuestra sensibilidad a la sociedad y a nuestro entorno. Eso inevitablemente nos lleva a percibir la crudeza de la naturaleza humana. Todos fallamos, todos nos equivocamos, pero hay muchos cuyas mentes y almas están ya anestesiadas. No les importa el beneficio colectivo, no tienen empatía con el dolor del prójimo.

    Nuestros legisladores en su abrumadora mayoría son personas en extremo egoístas acomodados a vivir del presupuesto público. Poco saben en verdad de los cambios que se necesitan porque a ellos no les afecta la pobreza que vive el país. No tienen urgencia de cambiar verdaderamente las leyes de una manera eficiente, porque no depende de ellos hacer productivo al país, por eso la reforma fiscal esta tan atorada, porque solo cuidan su permanencia en el congreso.

    Los artistas estamos mas en contacto con el sentir y el vivr del ciudadano común, tanto con el empresario, como con el vendedor ambulante ya hasta el delincuente.

    Urge un cambio generalizado, pero en todos nosotros, un cambio de dento hacia afuera. Los artistas debemos proponer esa reflexión en cada una de nuestras obras.

    Saludos

    Adrián Navarro Canedo

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