Desmantelan red que tenía 107 esclavos
Desarticulan una red delictiva que tenía como esclavos a indigentes e indígenas, a quienes obligaban a hacer trabajos sin pago
Viernes 04 Diciembre
Por Carlos Jiménez
Se llamaba Los Elegidos de Dios. Era una supuesta clínica contra las adicciones en Iztapalapa. Pero bajo esa fachada se escondía otra actividad: un grupo de personas, entre ellos dos policías de la Secretaría de Seguridad Pública, tenían como esclavos a indigentes y algunos indígenas que ni siquiera hablan español.
Quienes raptaban a estos hombres, los obligaban a hacer pinzas para ropa, bolsas de mujer que se venden en Liverpool. “Harás trabajos manuales”, les decían. Pero no les pagaban ni un peso.
El alimento que les daban: restos de verduras de la Central de Abasto. Y un día a la semana, cuando les iba mejor, les daban el pollo que sobraba en la misma Central. Todo en estado de descomposición.
Para que no huyeran, en la noche, los encerraban con candado en cuartos tipo jaula.
Precisamente era en la Central de Abasto donde los “trabajadores” de Los Elegidos de Dios, se dedicaban a raptar a quienes después esclavizaban.
Luis es un joven de Oaxaca, de la comunidad mixe. Apenas hila pequeñas frases en español. Hace cinco meses salió de su pueblo y se vino al DF, en busca de trabajo. Cuando llegó a trabajar como diablero, dos policías de la SSP lo detuvieron.
Asustado al verlos, dejó que lo subieran a una combi roja, donde lo llevaron a la “clínica de rehabilitación” en la colonia Jardines de San Lorenzo.
Ahí vio el trato que daban a niños, ancianos, hombres y mujeres hacinados.
Algunos de Veracruz, Puebla, Chiapas, Guerrero. Todos maquilaban bolsas y pinzas desde las 8:00 de la mañana hasta 12:00 de la noche.
No se bañaban, menos cambiaban de ropa; había quienes tenían enfermedades en la piel. Otros más dormían en el piso.
Algunos eran indigentes, indígenas, otros llegaron ahí porque sus familiares los internaban para “curar” sus adicciones. Nunca imaginaron el trato que recibían.
Luis, el joven mixe, logró escapar y pidió ayuda en la Procuraduría local.
Durante dos meses, agentes de la Fuerza Antisecuestros (FAS) dirigidos por el comandante Rafael Cortés Medellín investigaron el lugar. Entrevistaron gente, tomaron fotos, vieron quién entraba y salía.
La madrugada de ayer catearon el lugar y los agentes rescataron a 107 personas y detuvieron a 23 “trabajadores”.
En guacales apilados en el patio encontraron la comida, las verduras, el pollo, restos de pan.
“Ellos están aquí porque quieren”, repeló el administrador del lugar, José Antonio Villa Ramos. Pero la realidad era otra, y por eso lo detuvieron.
Los agentes de la FAS aún buscan a los uniformados de la SSP que colaboraban con estos sujetos. Muchos de los ahí rescatados regresaron a sus casas y Luis también espera regresar a su pueblo en Oaxaca.
Este artículo fué publicado en el periódico La Razón:
http://www.razon.com.mx/spip.php?page=nota&id_rubrique=4&id_article=16888
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